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¿Dolor en las dos caderas a la vez? Lo que nadie te explica sobre la trocanteritis bilateral

El dolor lateral de cadera es una molestia habitual en la población general. Pero cuando este dolor aparece simultáneamente en ambos lados, la situación se vuelve más compleja, desconcertante… y frustrante. Quienes lo sufren se preguntan: ¿cómo puedo tener trocanteritis en ambas caderas al mismo tiempo?, ¿es normal?, ¿hay algo que no me están contando?

A menudo, quienes experimentan este tipo de dolor ya han recorrido un largo camino de visitas médicas, pruebas de imagen sin hallazgos concluyentes, tratamientos farmacológicos, sesiones de fisioterapia o incluso infiltraciones… sin conseguir resultados sostenibles. El dolor sigue.

La funcionalidad no mejora. Y las respuestas no llegan.

Este artículo tiene como objetivo ofrecer una visión más profunda, integrativa y basada en evidencia, sobre la trocanteritis bilateral, sus verdaderas causas y las estrategias de abordaje que realmente funcionan a largo plazo. Un enfoque que va más allá del “tratamiento del dolor” y que propone comprender por qué duele, para resolverlo desde su raíz.

Qué es la trocanteritis y por qué puede volverse bilateral

La trocanteritis, o bursitis trocantérea, se refiere a la inflamación de la bursa sinovial situada sobre el trocánter mayor del fémur, una prominencia ósea en la parte lateral de la cadera. Esta bursa actúa como una almohadilla entre el hueso y los tendones del glúteo medio y menor, amortiguando el roce en movimientos como caminar o subir escaleras.

Cuando esta estructura se irrita, aparece un dolor punzante en la parte externa de la cadera, que puede irradiarse hacia el muslo o glúteo.

Normalmente afecta a un solo lado. Sin embargo, en un número creciente de pacientes, el dolor se presenta de forma bilateral, algo que no suele explicarse adecuadamente ni en la consulta ni en los artículos divulgativos.

Aunque en apariencia el problema parece estar en ambas caderas, la bilateralidad sugiere que la causa del dolor no es local ni aislada, sino que responde a un patrón de disfunción más amplio, sistémico y a menudo multisistémico.

Las verdaderas causas de la trocanteritis bilateral

Desequilibrio biomecánico de la pelvis y columna lumbar

La pelvis es la base estructural del cuerpo y juega un papel clave en la distribución de cargas. Si existe una alteración en la movilidad de las articulaciones sacroilíacas, el sacro o la columna lumbar baja, se produce un patrón compensatorio que obliga a los glúteos medio y menor a trabajar más de lo debido.

Cuando esta sobrecarga se da en ambos lados —por ejemplo, en personas con hiperlordosis, anteversión pélvica bilateral o asimetrías lumbares— el resultado es una irritación progresiva de las bursas trocantéreas derecha e izquierda. Lo más problemático es que este tipo de disfunciones no siempre se reflejan en las pruebas de imagen, lo que deja al paciente sin diagnóstico claro.

Este tipo de alteraciones se reconocen fácilmente mediante una exploración manual funcional, y son abordadas en enfoques como el que se aplica en el programa de tratamiento de trocanteritis de Fiit Concept, donde la biomecánica pélvica se analiza como pilar central del tratamiento.

Disfunciones viscerales con repercusión muscular bilateral

Una de las grandes olvidadas en el abordaje del dolor musculoesquelético es la relación entre vísceras y sistema musculoesquelético. En la trocanteritis bilateral, esta relación es especialmente importante.

Ciertas vísceras pélvicas y abdominales, cuando están en disfunción (sin lesión orgánica, pero sin funcionamiento óptimo), pueden generar reflejos viscerosomáticos, que aumentan el tono muscular de la región glútea, generando dolor bilateral.

Entre las vísceras más frecuentemente implicadas:

  • Colon sigmoide (izquierdo) y ciego/apéndice (derecho): pueden generar hipertonía glútea y sobrecarga bilateral si existe estreñimiento, disbiosis o inflamación intestinal.
  • Útero o próstata: en caso de dismenorreas, congestión pélvica o hiperplasia prostática, el tono en glúteos medio y menor se eleva bilateralmente como respuesta refleja.
  • Vejiga: alteraciones urinarias funcionales también generan tensión refleja en musculatura pélvica profunda.

Esto explica por qué muchas personas con trocanteritis bilateral también presentan síntomas digestivos o urogenitales leves, que se pasan por alto, pero que mantienen el desequilibrio muscular de base. Abordar el sistema visceral es clave para romper el círculo de inflamación y dolor.

Tendinopatía glútea bilateral

En muchos casos catalogados como “trocanteritis”, el verdadero origen no es inflamatorio, sino degenerativo o sobrecargado, especialmente en los tendones del glúteo medio y menor.

El British Journal of Sports Medicine destaca en una revisión clínica que hasta el 62% de los casos de dolor lateral de cadera diagnosticados como bursitis son en realidad tendinopatías glúteas. Esta diferencia es clave, porque el tratamiento de una tendinopatía no se basa en antiinflamatorios o infiltraciones, sino en recuperar la función del tejido tendinoso, reequilibrar cargas y restaurar patrones motores.
Ver artículo: https://bjsm.bmj.com/content/52/19/1229

Cuando esta tendinopatía se vuelve bilateral, suele estar asociada a:

  • Disminución de fuerza muscular glútea.
  • Sedentarismo o posturas mantenidas (estar mucho tiempo sentado).
  • Mal patrón de marcha o pisada.
  • Estrés sistémico sostenido.

Cadenas miofasciales y apoyo postural

El cuerpo está conectado por líneas de tensión a través de las fascias. La cadena lateral, que recorre el cuerpo desde el pie hasta el cráneo por el lado externo, puede acortar o hipertensarse por múltiples causas: malas posturas, calzado incorrecto, compensaciones viscerales, etc.

Una alteración en esta cadena —especialmente si es bilateral— conduce a un aumento de presión continua sobre el trocánter, con la consiguiente irritación de las bursas o tendones, incluso sin realizar deporte o grandes esfuerzos físicos.

Por eso, abordar el dolor en las caderas requiere evaluar cómo caminas, cómo apoyas los pies, cómo respiras y cómo se mueve tu diafragma.

Solo desde una mirada global se puede entender por qué el problema ha aparecido a ambos lados del cuerpo.

Estrés crónico y disautonomía

Pocas veces se tiene en cuenta el papel del sistema nervioso autónomo en los dolores musculares, pero su influencia es determinante. En estados de estrés mantenido, el cuerpo entra en una hiperactivación simpática crónica, lo que genera:

  • Hipertonía muscular constante (no se relaja del todo).
  • Disminución de la capacidad de regeneración tisular.
  • Sensibilidad aumentada al dolor.
  • Trastornos del sueño o descanso no reparador.

Muchos pacientes con trocanteritis bilateral relatan sentirse más cargados al final del día, tras situaciones de tensión o cuando descansan poco. Este patrón neurovegetativo debe ser abordado si se quiere resolver el dolor de forma sostenida. Para ello, se combinan técnicas manuales específicas, trabajo respiratorio y, en ocasiones, apoyo con plantas medicinales adaptógenas o reguladoras del sistema nervioso.

Por qué los tratamientos convencionales no funcionan en estos casos

En un esquema clásico, el tratamiento de la trocanteritis incluye reposo, hielo, antiinflamatorios, estiramientos y, en ocasiones, infiltraciones de corticoides. Aunque esto puede aliviar los síntomas temporalmente, no corrige el origen del problema.

El dolor bilateral en caderas no se resuelve con intervenciones locales, porque responde a un desajuste general del cuerpo. Por eso, el enfoque debe ir más allá de la estructura y contemplar:

Evaluación funcional global.

  • Exploración visceral.
  • Regulación del sistema nervioso autónomo.
  • Mejora del patrón motor y postural.
  • Reprogramación de la función glútea en equilibrio con el resto del cuerpo.

Este tipo de abordaje integrativo es el que propone el programa de tratamiento de trocanteritis de Fiit Concept, que se ha diseñado específicamente para personas con dolor persistente, bilateral o recidivante, que no han mejorado con fisioterapia convencional.

Conclusión: dos caderas que duelen hablan de un cuerpo que pide equilibrio

El dolor en ambas caderas a la vez no es casual ni un simple problema mecánico. Es una señal clara de que hay un desajuste profundo que está afectando tu sistema musculoesquelético de forma bilateral.

Ya sea por disfunciones viscerales, alteraciones posturales, tensiones miofasciales o estrés crónico, la clave está en mirar al cuerpo como un sistema integrado. Abordar solo el síntoma es poner un parche. Entender el por qué… es iniciar el camino hacia la recuperación verdadera.

Y ese camino existe. Solo requiere un cambio de perspectiva.