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Serena Williams y el codo que dolía más que perder: lo que nadie te cuenta sobre la epicondilitis

Serena Williams, una de las tenistas más imponentes de la historia, sorprendió en 2015 cuando admitió estar sufriendo dolores persistentes en su codo derecho. No se trataba de una simple molestia, sino de una dolencia que impactaba directamente en su potente saque, obligándola a modificar su técnica, renunciar a ciertos torneos y reducir la carga de entrenamiento.

El diagnóstico: epicondilitis lateral, comúnmente conocida como “codo de tenista”.

Aunque el nombre sugiere que esta lesión afecta exclusivamente a deportistas, la realidad es que también la sufren oficinistas, personas con trabajos manuales o quienes pasan muchas horas frente al ordenador. Lo más frustrante es que, incluso con reposo, antiinflamatorios y fisioterapia convencional, el dolor puede persistir o volver.

¿Por qué ocurre esto? ¿Qué impide que la epicondilitis cicatrice del todo? ¿Y qué podemos aprender del caso de una campeona como Serena Williams?

¿Qué es la epicondilitis lateral?

La epicondilitis es una tendinopatía que afecta a los tendones extensores del antebrazo en su inserción en el epicóndilo lateral del húmero. Se caracteriza por:

  • Dolor en la parte externa del codo.
  • Dificultad para agarrar objetos o aplicar fuerza con la mano.
  • Irradiación hacia la muñeca o antebrazo.
  • Dolor al extender la muñeca o realizar movimientos repetitivos.

En el caso de Serena, el gesto repetitivo del saque, sumado a años de competición intensa, generó una sobrecarga progresiva en los tejidos, llevando a una inflamación persistente del tendón. Sin embargo, su caso también deja al descubierto algo más importante: la epicondilitis no siempre se origina solo en el codo.

¿Por qué no se cura del todo? Causas que suelen pasar desapercibidas

Una de las razones por las que esta lesión se vuelve crónica es el enfoque limitado que muchas veces se le da: se trata el dolor con fármacos, frío local, estiramientos o incluso infiltraciones, pero se ignora el contexto corporal que sostiene la lesión.

Veamos algunas causas comunes que no siempre se valoran adecuadamente.

Cervicales y sistema nervioso: el origen está más arriba

Existe una conexión directa entre el cuello, la columna cervical baja (C5-C7) y el nervio radial, que da sensibilidad y movimiento a la región del codo y antebrazo. Una disfunción articular o compresión nerviosa en esta zona puede generar una alteración del tono muscular, predisponiendo al tendón a sobrecargas constantes.

Este mecanismo ha sido documentado por Fernández-de-las-Peñas et al. en Journal of Orthopaedic & Sports Physical Therapy, demostrando que pacientes con epicondilitis crónica presentan frecuentemente disfunciones cervicales que, al ser tratadas, mejoran significativamente el dolor y la función del codo. Ver artículo científico aquí.

¿Qué tiene que ver el hígado con tu codo?

En fisioterapia integrativa, se ha comprobado que ciertas vísceras —como el hígado o la vesícula biliar— pueden generar reflejos viscerosomáticos que afectan a la musculatura del brazo derecho, especialmente en personas diestras.

Cuando estos órganos están en disfunción (sin necesidad de estar clínicamente enfermos), pueden alterar la función neuromuscular de la cadena hombro-brazo, provocando:

  • Aumento de tensión en trapecio y extensores del antebrazo.
  • Disminución de la capacidad regenerativa del tendón.
  • Dolor más frecuente al final del día o después de comidas grasas.

En el caso de deportistas como Serena Williams, sometidos a una alta carga de suplementos, estrés metabólico y alimentación específica, esta disfunción puede tener un papel relevante en el mantenimiento del dolor.

Cadenas miofasciales: cuando el cuerpo tira desde lejos

El codo forma parte de una cadena funcional más amplia que incluye muñeca, hombro, cuello y pelvis. Si alguno de estos segmentos está bloqueado o en disfunción, el esfuerzo recaerá sobre otras zonas, como el epicóndilo.

En deportistas, estas tensiones pueden venir de:

  • Compensaciones por viejas lesiones.
  • Mala movilidad escapular.
  • Bloqueos torácicos o restricciones respiratorias.

Liberar estas cadenas permite descargar el tendón y permitirle regenerarse sin recurrir únicamente a medidas locales.

Estrés crónico: el gran amplificador del dolor

El estrés constante activa el sistema nervioso simpático, que aumenta el tono muscular, disminuye el riego sanguíneo y altera la reparación de tejidos. Si vives con tensión, ansiedad o fatiga acumulada, es probable que tu cuerpo no logre curarse aunque apliques el tratamiento correcto.

Este factor invisible está presente en gran parte de las tendinopatías crónicas y también explica por qué el dolor persiste más allá del esfuerzo físico.

¿Qué hizo Serena Williams?

Además de ajustar su técnica y reducir su carga competitiva, Serena recurrió a tratamientos que no solo se enfocaban en el codo, sino también en recuperar el equilibrio funcional de su cuerpo.

Esto incluyó fisioterapia avanzada, readaptación biomecánica y trabajo sobre los factores sistémicos que estaban perpetuando el dolor.

Su caso demuestra que una lesión aparentemente simple puede esconder causas profundas que requieren una mirada global y no solo local.

El tratamiento desde la raíz: qué propone Fiit Concept

En Fiit Concept ofrecemos un programa online especialmente diseñado para tratar la epicondilitis desde una perspectiva integrativa. Este programa no implica atención personalizada ni presencial, sino que proporciona una ruta clara y estructurada para que cada persona entienda su patología y pueda abordarla de forma lógica y completa.

El contenido del programa incluye:

  • Ejercicios terapéuticos guiados en vídeo, enfocados no solo en el codo, sino también en cervicales, hombro y muñeca.
  • Protocolos de fitoterapia natural, seleccionados para apoyar la función hepática, reducir la inflamación y favorecer la recuperación tisular.
  • Explicaciones didácticas sobre las disfunciones viscerales que pueden estar afectando al brazo y cómo tratarlas mediante automanejo.
  • Técnicas de regulación del sistema nervioso autónomo para reducir el estrés fisiológico que impide la cicatrización.

Todo ello enfocado a tratar la causa real del problema, no solo el síntoma.

Puedes conocer más sobre el programa online de epicondilitis de Fiit Concept aquí

Conclusión: el dolor en tu codo puede tener más historia de la que crees

La epicondilitis no es solo una inflamación del tendón. Es una señal de que algo más profundo está generando desequilibrio en tu cuerpo.

El caso de Serena Williams lo demuestra: incluso los atletas mejor preparados pueden caer en lesiones si su sistema está sometido a tensión, estrés o disfunción.

Y del mismo modo, todos podemos aprender a resolver esas lesiones si entendemos cómo se originan y adoptamos un enfoque integrador, lógico y bien estructurado.

No se trata de dejar de mover el brazo, ni de resignarse al dolor crónico. Se trata de recuperar el control, identificar lo que tu cuerpo te está diciendo y actuar con el conocimiento adecuado.

En Fiit Concept estamos aquí para ayudarte a lograrlo.